ANÍBAL DE OTERO RECIBE EL PREMIO A LA MEJOR BODEGA DE CASTILLA Y LEÓN
La bodega familiar de Villafranca del Bierzo, dirigida por Elva García, tercera generación de viticultores, acaba de recibir este prestigioso título por parte de la Academia Castellano y Leonesa de Gastronomía.

- Entre sus 6 etiquetas de gama alta pertenecientes a la D.O. Bierzo, todas elaboradas mediante viticultura sostenible, de forma artesanal y procedentes de cepas centenarias de uva Mencía, hay auténticas joyas con premios internacionales y muy buenas puntuaciones -entre 94 y 96 puntos- en la mayoría de las guías especializadas.
La Academia Castellano y Leonesa de Gastronomía acaba de entregar sus décimos premios a los mejores negocios de la región, reconociendo méritos a la trayectoria, el emprendimiento, los mejores productos, restaurantes, chefs, jefes de sala… y también a la Mejor Bodega, que ha recaído en la berciana Aníbal de Otero (C/ La Estación 6, Villafranca del Bierzo, León), una bodega familiar reconocida por su dedicación a la elaboración de vinos de alta calidad que destacan por su autenticidad, frescura y equilibrio y que combina la tradición de la zona con técnicas innovadoras. La encargada de recoger este galardón ha sido Elva García Amigo, economista de profesión, que fundó y puso nombre a esta bodega en 2013 por respeto al legado. Su trabajo es fruto de la nostalgia de una infancia entre cepas y de la ilusión por mantener viva la tradición y la pasión heredada de su padre Aníbal. Reconocimientos como este consolidan la reputación de la marca, destacando su papel clave en la promoción de la cultura vinícola española a nivel global.

Su objetivo de buscar la excelencia va cosechando poco a poco sus frutos, y lo hace, según Elva, gracias a “los mejores ingredientes: uvas y equipo”. Las uvas proceden de cepas viejas (130 años) sembradas, algunas por su bisabuelo, en Otero de Toral, en el paraje de Los Fornos, una de las mejores zonas para el cultivo de la variedad Mencía, máxima expresión de la D.O. Bierzo. La tierra de cascajos y pizarra, protegida del frío y de las heladas por los cercanos montes de la Cabrera, las Médulas, los Ancares y el milenario Castro Bergidum, forman el incomparable escenario en el que crecen esas vides tan especiales. Y el equipo se encarga de mimarlas de forma artesanal, desarrollando una viticultura sostenible con vendimias manuales, ayudados por labores de tracción animal, uso de productos naturales y fermentación en depósitos de acero inoxidable. En bodega, inestimable la aportación de su enólogo, José Hidalgo.

El resultado son
seis etiquetas de gran calidad -por la
antigüedad, el
trato y la
baja producción de sus
viñedos, ya que obtienen entre
12.000 y
15.000 kg al año- todas
elaboradas con
uva Mencía, que acumulan muchos
reconocimientos y
buenas puntuaciones
en las
principales guías vinícolas (más de 92 en
Gourmets,
Peñín
y
Tim Atkin. Son
Aníbal de Otero Mencía Joven
(con
3 meses de barrica de roble francés);
Aníbal de Otero rosado (obtenido de
cepas de una media de 90 años);
Aníbal de Otero Vino de la Villa de Otero del Toral
(que ganó el
Gran Oro en el concurso Real Casino de Madrid 2021); y
tres vinos de
paraje:
El Cepón (que tiene un
Oro en CINVE 2024 y
17,5 según
Ferran Centelles para
Jancis Robinson);
Los Fornos (que ha obtenido
premios internacionales como el
Gran Bacchus de Oro 2024,
medallas de oro en los concursos de
Montreal (Canadá) y el
Certamen de Vino de Japón en
2024); y una
joya exclusiva llamada
Terrafondada (con
uvas del paraje homónimo,
despalilladas a mano,
cortadas grano a grano con tijera
por el peciolo,
pisada de la manera tradicional y con
fermentación maloláctica en
barrica de roble durante 20 meses, del que
solo salen 500 botellas). Todos -menos el último
y
más especial, cuyo
valor es de 300 € y hay que
encargar por correo-, se pueden
comprar directamente en su
tienda online, y los
precios, en
orden de mención, oscilan entre los
16 y los 70 €.









